SICILIA

Importa si empiezo por el final?
Y si finalizo por el comienzo?
Quién establece el parámetro de lo normal cuando la normalidad migró del planeta?

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Ya son muchos años sin salir. Sólo veo al marroquí de las bombonas los sábados, al de Telepizza los martes en la noche y al niñato que le pago cinco euros por hacerme las compras en el Día que está una calle arriba la mayoría de las veces no le veo y le dejo el dinero bajo la maceta del palier.La ùltima mujer que vi en directo fue hace un mes cuando me asomé por la ventana de la cocina y la vecina estaba tendiendo ropa. Ya podría tener una vecina menos entrada en carnes alguna vez!!!

La última mujer que toqué debe tener los pezones rozándole el ombligo. De sólo pensarlo me dieron ganas de no tener más ganas. Mejor pienso en otra cosa o dejo de pensar y enciendo la tv.Cuando el bombonero me habla a veces siento que es anormal porque no suena en stereo. Por suerte son unos segundos y cinco palabras: "O Señor me debe 25 euros". O lo que es lo mismo, cinco palabras y un número. A menos que el marroquí diga "O Señor me debe veinticinco euros" y entonces sí serían seis palabras.

Al principio pensé que terminaría siendo un gran matemático y elaboraría algunas de esas teorías inùtiles que van contra la intuición y destrozan la paciencia.- Veinticinco baldosas hacia el dormitorio multiplicadas por la distancia que existe entre la estufa y el microondas dan por resultado "E" o "n"? Me duele la cabeza para analizarlo. Casi que lo escribo en un post it y lo pego en la llave de la ducha.

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Cuánto tiempo dormí? El tiempo es una convención de la que últimamente aprendí a prescindir y que ahora ante la TV descompuesta se transforma en una necesidad. ¿Estarán en lo cierto aquellos que dicen que uno valora lo que no tiene y desprecia lo que posee? Me pregunto si el tío del concurso de palabras ganará hoy cuando ayer ni siquiera hice zapping porque en la dos estaba el barsa destruyendo el entelado merengue.
¿No tenía un número la Telefónica para dar la hora por 10 céntimos? Ay, pienso en pagar por algo que podría saber gratis si hubiera tenido conectado el radio despertador!!! Pero nunca escucho radio y ya no debo cumplir horarios ni rutina alguna. Vaya paradoja donde las razones para no consumir me convierten en utilitarista al final sin cabo. Cinco minutos sin televisión y ya me siento Robinson Crusoe, sin viernes y a día y medio para que venga el niñato y lleve el aparato a reparar.
¿Y si lo llamo? Él seguro que sabe el número para la hora y el número para información y el número de los bomberos y el número del médico y un montón más de números inútiles que una vez me dejó al lado del teléfono y que usé para escribir del otro lado la lista del super. Sabrá muchos números pero siempre se olvida el número de mi santo y el de las Santas Pascuas y el de los meses que pasa sin venir.
Mejor abro la ventana y cuento las gaviotas que rodeen las torres de Tadeo y Matías.

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Chow fan - chaw mien - chaw mi fen - chop suey - charpei.

El tonto, arenoso y enrollado perro chino arruinó mi record en el doscientos treinta y uno!!!

Es que me aburro sentado frente al ficus que por cierto pide agua. Él también debe estar llegando a su propio record. En los últimos diez años que lleva atorado en el rincón no debió pasar de seis miradas semanales. Tres mías, dos de soslayo que le dieron el niñato y el marroquí y una que le echó el de las pizzas cuando le arrancó jugueteando un par de hojas mientras esperaba que volviera con cambio.
Los jóvenes tienen rutinas pero carecen de horarios.

La rutina de "hagoloquequieroycuandoquiero" del niñato me tiene aquí enclavado bajo esta puerta, sometido a las opciones de contar las hojas del ficus o, cual si fuera el Doctor B. de Zweig, jugar ajedrez con el damero blanquirrojo del palier.


Podría traer la mesita de noche y usarla de escritorio como el relojero aquel de Boquería que sacaba del cajón el diccionario de español cada vez que conversaba conmigo. Garabatearía hasta que el sonido de los escalones pares suenen cercanos. Entonces, prepararía la cara cinco mientras guardo el cuaderno verde y simulo mirar la hora en mi muñeca.

¿Y si no llega? ¿Una misse en scène existe cuando el convidado no aparece? Quedan cuatro horas para que cierre el Día y mi trasero muta, se inmuta y rediseña.

Chamán - chándal - chauvinismo -chimbo - chinguirito - chiringuito - chorrillo. Espero que no llegue mientras voy al servicio.

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Es increible como fue mutando esta idea!!! Ya no sé si Sicilia crece o se reproduce.
Sicilia todavía está en obras.
continuará.....